Exportar con valores: la debida diligencia en derechos humanos
- anaclarapaz78
- 9 jul
- 3 Min. de lectura
Una reciente normativa europea conocida como “debida diligencia en derechos humanos”, que a primera vista puede parecer un obstáculo, puede convertirse en la mejor aliada de los exportadores uruguayos.
¿De qué se trata y por qué debería importar al sector empresarial?
El término “debida diligencia en derechos humanos” busca que las empresas examinen cómo sus actividades podrían afectar a las personas y al medio ambiente, para prevenir problemas y remediar cualquier impacto negativo.
La Unión Europea decidió que, a partir de 2024, las empresas que quieran vender sus productos en el mercado europeo deberán demostrar que han hecho este “chequeo” y que están tomando medidas para respetar los derechos humanos y el medio ambiente en toda su cadena de producción.
El escenario
La Unión Europea es el tercer destino de las exportaciones de Uruguay, representando un 14% del total. En 2024, las ventas a este mercado alcanzaron los 1.800 millones de dólares, lideradas por la celulosa y la carne bovina, que constituyen más del 66% de dichos envíos. Productos como la soja, lácteos, arroz y miel también tienen una presencia importante.
Para mantener y expandir este acceso, las empresas uruguayas deberán demostrar una gestión responsable en toda su cadena de valor. Gigantes como Nestlé, Unilever o Carrefour exigirán cláusulas de sostenibilidad, y el incumplimiento podría significar la exclusión de estas importantes cadenas de suministro.
Los desafíos del cumplimiento
La implementación de la debida diligencia presenta desafíos claros, especialmente para pequeños y medianos productores:
Costos de adaptación: Será necesario invertir en sistemas de monitoreo y verificación.
Burocracia y certificación: Demostrar el cumplimiento requerirá informes auditados y la posible adopción de certificaciones internacionales.
Visibilidad de la cadena de valor: Se deberá conocer y asegurar las buenas prácticas no solo en la propia empresa, sino también en las de los proveedores.
El valor del apoyo especializado
Implementar la debida diligencia sin una guía puede ser complejo y costoso. Aquí es donde una consultoría especializada transforma los desafíos en oportunidades, ofreciendo beneficios tangibles:
Reducción de costos y conflictos: La identificación temprana de riesgos permite abordarlos antes de que se conviertan en crisis que afecten la reputación y las operaciones de la empresa.
Mayor eficiencia operativa: Un acompañamiento experto ayuda a integrar la debida diligencia en los sistemas de gestión ya existentes, optimizando recursos y facilitando los procesos de auditoría y verificación que exigen los compradores europeos.
Mejora de relaciones estratégicas: Una debida diligencia bien implementada fortalece la confianza con autoridades reguladoras, comunidades locales y organizaciones civiles, posicionando a la empresa como un actor responsable.
Acceso a mercados más rentables: Permite cumplir con los estándares de los segmentos premium del mercado europeo, que valoran especialmente las garantías en derechos humanos y sostenibilidad.
Atracción de inversión responsable: Las empresas con un sólido desempeño en criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) son más atractivas para los inversionistas modernos.
Plan de acción: ¿por dónde empezar?
1. Infórmese: Contacte a cámaras empresariales, Uruguay XXI o consultores para entender los requisitos específicos de su sector.
2. Evalúe sus prácticas actuales: Identifique lo que su empresa ya hace bien (políticas de seguridad laboral, gestión ambiental, etc.), ya que todo es parte de la debida diligencia.
3. Identifique áreas de mejora: Analice su cadena de suministro y establezca mecanismos para gestionar quejas o denuncias.
4. Dé pasos concretos: Comience con acciones manejables, como una política de derechos humanos o capacitaciones para el personal clave.
5. Comunique sus avances: Prepare informes claros que expliquen su compromiso y acciones. Esto es un activo valioso para sus compradores y socios.
En resumen, Uruguay tiene la oportunidad única de liderar el comercio responsable en la región. La debida diligencia, abordada de manera estratégica y con el apoyo adecuado, es la clave para un nuevo capítulo en la historia exportadora del país, uno donde se exportan productos y, sobre todo, valores.




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